La Junta de Castilla y León declaró a las Hoces de este río “Parque Natural” en junio de 1989.
El río Duratón ha originado un paisaje espectacular. Desde Sepúlveda hasta el embalse de Burgomillodo ha formado unas hoces de fondo plano y cortados calizos en las que el colorido ocre de las rocas contrasta con la cinta verde de la vegetación ribereña.
A lo largo del año, el cambio de las estaciones multiplica esta variedad cromática de forma sorprendente. En junio de 1989, la Junta de Castilla y León declaró a las Hoces del río Duratón como “Parque Natural” por ser un excelente ejemplo de formación de un cañón en el que la erosión, la incisión fluvial y el modelado kárstico han configurado una paisaje de aún continúa en evolución, así como por albergar una significativa población de aves y la gran diversidad de ambientes. A todo ello se añade el rico patrimonio histórico, artístico, etnográfico de la comarca, en la que perviven diferentes actividades tradicionales.
En este espacio se pueden diferenciar cuatro zonas: la paramera, con suelo calizo, seco y pobre, cuya vegetación la constituyen bosques abiertos de sabina albar y enebros, sustituidos en muchas zonas por tomillares y aulagares; las arenas de origen eólico, sobre las cuales se asientan pinares de repoblación de pino resinero; los cortados, con comunides rupícolas de gran originalidad; y el fondo del valle, caracterizado por restos de bosques de ribera: sauces, fresnos, álamos, olmos y alisos, choperas cultivadas y todos los matorrales característicos de la orla espinosa del bosque.
El buitre leonado tiene en este paraje una importante colonia reproductora. En los cortados también se instalan para criar alimoche, halcón peregrino, cernícalo vulgar, águila real y búho real, entre otros, así como importantes colonias de grajilla y chova piquirroja. Entre las rapaces forestales destacan el águila calzada, azor, ratonero, milano negro y real y alcotán, y entre los paseriformes distintas especies de aviones, lavanderas, ruiseñores, collalbas, roqueros, currucas, herrerillos, carboneros, alcaudones y escribanos. La paramera mantiene una interesante comunidad de aves entre las que destaca la alondra de Dupont.
Como mamíferos se pueden señalar el tejón, garduña, comadreja, zorro, liebre y conejo, con alguna observación aislada de nutria, además de numerosos micromamíferos y murciélagos. Podemos sorprender sobre una roca soleada algún lagarto ocelado, lagartija colilarga o culebra bastarda. También veremos a la culebra viperina cerca del agua, a la caza de alguna rana común, sapo partero o sapo común. La comunidad piscícola tiene en el barbo ibérico y la carpa a sus representantes más numerosos.
El lugar más adecuado para comenzar una visita a las Hoces del Duratón es la Casa del Parque, ubicada en la iglesia de Santiago de Sepúlveda. Consta de una exposición que propone un recorrido imaginario por el parque, una sala de audiovisuales y una zona de recepción en la que se proporciona información del espacio.
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