La tercera marcha de la Asociación Aturtipise reúne a 140 personas para ver la zona del embalse de Las Vencías El próximo domingo realizará un nuevo recorrido con salida desde la localidad de Laguna de Contreras.
Dicen que andar es muy sano, pero si encima el recorrido trascurre por parajes naturales de impresionante belleza el camino se hace mucho más fácil. Ese es uno de los objetivos de la Asociación de Turismo Rural de la Tierra de Pinares Segoviana, Aturtipise, que pretende realizar quince rutas bajo el lema 'Sendas por la Tierra de Pinares', para que los oriundos y todos los segovianos conozcan un poco mejor esta zona de la provincia.
Este fin de semana, 139 personas realizaron la conocida como la ruta del embalse de las Vencías, cuyos ocho kilómetros y medio de recorrido y dificultad alta permitió conocer a los participantes las hoces septentrionales del Duratón.
«El primer objetivo es dar a conocer uno de los mayores recursos patrimoniales y naturales que tiene la provincia como es el río Duratón», explica el alcalde de San Miguel de Bernuy, José María Bravo.
Una marcha que cuenta con ocho monitores, cuatro de ellos titulados en ocio y tiempo libre y los otros en primeros auxilios, ya que «es una ruta que tiene un grado de dificultad y siempre es conveniente llevar personal cualificado para cualquier tipo de emergencia», asegura Bravo.
Sin embargo, el recorrido transcurre con total normalidad y no suele ser necesaria la intervención de ningún guía para prestar ayuda a los participantes de todas las edades, que en esta ocasión son desde niños, pasando por jóvenes y hasta parejas de más de setenta años cuya edad contrasta con la de un bebé de once meses que sus padres transportan en una mochila.
«Teníamos unas previsiones de unas 80 personas y sabíamos que iba a venir gente pero se ha superado con creces. Ha sido la más exitosa de las celebradas», explica el presidente de Aturtipise, Miguel Ángel Serrano.
La ruta parte del puente viejo de San Miguel de Bernuy sobre las diez y media de la mañana después de que los participantes tomen un desayuno compuesto de café, zumo y bollos para que durante el camino no falten las fuerzas. Tras pasar el antiguo molino y contemplar la cueva del Tío Naranjo, donde según cuentan vivía un ermitaño, los participantes llegan hasta las ruinas de las ermitonas y los San Pedros, de época medieval.
La primera tiene la peculiaridad de ser la única ermita de la zona que se encuentra amurallada; mientras que la segunda fue una monumental iglesia cuya torre fortaleza hoy se alza en la iglesia parroquial de San Miguel.
Los caminantes también pueden contemplar desde lejos los restos de 'Los San Martines', una ermita románica que fue construida en mampostería y sillería y que junto con las dos anteriores fueron desposeídas de sus sillares y piedras labradas para aprovecharlas en otras construcciones, como la ermita de la Virgen del Río, en San Miguel de Bernuy.
El recorrido continúa por caminos que llevan a los participantes a admirar diferentes cortados que ha ido formando el río con el paso del tiempo sobre los que planea el buitre leonado, ya que «es el animal por excelencia del Duratón», asegura el guía del grupo, Jesús Antón.
Después de disfrutar a un lado de los páramos de la Tierra de Fuentidueña y del mar de pinares al otro, la marcha continúa por un pedregal y un campo de labor hasta llegar a un camino que baja hacia el embalse de las Vencías, donde los piragüistas son frecuentes surcadores de esta agua.
Tras pasar La Serranilla, los caminantes suben por la pista que se dirige a los Valles de Fuentidueña donde los participantes pueden contemplar encinas, viñedos y la fuente del Hierro. Sobre las dos de la tarde, y después de unas tres horas y media de caminata, la marcha termina en la plaza de esta villa donde los participantes degustan un aperitivo para ser después trasladados de nuevo a San Miguel de Bernuy en autobús.
«La ruta consiste en unir las tradiciones y costumbres de dos pueblos, San Miguel de Bernuy y Fuentidueña, a través del conocimiento de la flora, la fauna y la geomorfología que hay en todo el entorno. El objetivo es que no se olviden, ni de las costumbres, ni de los viñedos o las plantas medicinales», resume el guía, Jesús Antón.
Doce rutas más
Esta es la tercera ruta que ha organizado la Asociación Aturtipise porque a principio de verano se realizó la denominada 'El molino del ladrón', que recorrió una buena parte del río Cega entre Lastras de Cuéllar, Zarzuela del Monte y Aguilafuente y la conocida como 'Valle de la Hoz', que partió desde Membibre de la Hoz y terminó en Aldeasoña.
Son unos recorridos que se realizan aproximadamente cada dos meses. Por eso, para todos aquellos que no han participado en ninguna de las tres que ya se han realizado, el próximo domingo tendrá lugar el cuarto recorrido por la senda del monte que partirá desde Laguna de Contreras.
En esta ruta se caminará por los quejigos que existen por las laderas y también se andará cerca del río Duratón. La marcha terminará dos horas y cuarenta y cinco minutos después en el mismo lugar de donde partió pero eso sí después de haber andado casi ocho kilómetros.
A finales de noviembre tendrá lugar la siguiente marcha bajo el título 'Ermita de San Cebrián, vigía sobre el mar de pinares', que transcurrirá desde Fuentepelayo y hasta Zarzuela del Pinar y estará muy relacionada con la micología.
«Se subirá al alto de San Cebrián que permite ver las mejores vistas de la provincia, pero además cerca hay unos pinares de extraordinaria riqueza en setas, en níscalos. En esa senda se recogerán estas especies de hongos para que la gente conozca los que son venenosos o los que son más ricos», explica el presidente de Aturtipise, Miguel Ángel Serrano.
Las que faltan
Quedarían por realizar las conocidas como 'Temeroso del Otero' para disfrutar de los Pinares y encinas en el valle del Pirón; 'El cerro de San Blas', donde se podrá ver unas vistas espectaculares del embalse de las Vencías, del valle del Duratón y de Fuentidueña; la denominada 'El manzano-sotocivieco, un río con vocación de cartujo', que transcurre por pinares y por el valle del Cega, y 'Las madres del río Botijas', donde los participantes saldrán de Cuevas de Provanco y andarán junto al curso fluvial para llegar hasta su nacimiento donde se pueden ver juncos, espadañas y otras especies típicas de zonas húmedas.
Las seis rutas restantes estarán dedicadas a las Lagunas de Cantalejo y Lastras de Cuéllar; a las sendas de los pescadores del río Cega y a la del Henar, junto al santuario; y a recorrer los pinares de Samboal y Turégano.
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