La temporada de este año, que finalizará la próxima semana, ha resultado más reducida respecto a la de años anteriores. En torno a 550 millones de plantas se habrán enviado hasta el sur de la península y el norte de Marruecos para obtener allí el fruto.
La próxima semana se dará por concluida en la mayoría de la provincia la campaña de la planta de fresa que durante este mes ha dado empleo a más de 4.000 temporeros, la mayoría de procedencia extranjera. Aunque el número de contratos ha sido similar a la de campañas anteriores, se ha reducido la duración, pues en Huelva se ha bajado la superficie dedicada a la plantación y se ha concentrado a fechas más puntuales.
Pero la principal razón de este acortamiento de la campaña es la mayor disponibilidad de mano de obra en Huelva para sembrar las plantas que se envían diariamente desde Segovia, explica Tomás Román, presidente de la Asociación de Viveristas de Segovia. “La campaña ha sido más corta porque en el Sur quieren aprovechar y concentrar toda la siembra”, señala.
En total, los trabajadores empleados estos días en las explotaciones segovianas habrán permitido exportar en torno a 550 millones de plantas. Sus principales destinos son Huelva, Cádiz y Marruecos, aunque también se envían a Grecia, Italia y otros países del norte de Europa.
Segovia sigue siendo la provincia donde más implantación tiene el cultivo de planta de fresa, con más de 1.200 hectáreas. Con el resto de provincias como Ávila, Valladolid o Palencia no llegan a las 1.500 hectáreas dedicadas a esta actividad agraria.
El sector en Segovia agrupa a una decena y media de empresas, la mayoría agrupadas en la asociación provincial, que concentra entre el 70 y el 80 por ciento de la producción de plantones de fresa de España con un rendimiento que ronda las 600.000 plantas por hectárea. La producción en el año alcanzará, pues, los 550 millones de plantas.
La siembra en Segovia se realiza en abril, y en octubre, aprovechando el frío, se arrancan las plantas madre para su transplante a zonas cálidas.
Lo que no ha cambiado en las últimas temporadas ha sido la procedencia de la mano de obra. Desde la Asociación de Viveristas se señala que el 90 por ciento de los temporeros son de origen rumano, casi todas mujeres. Lejos quedan ya las épocas en las que los empresarios segovianos buscaban en la propia provincia a amas de casa adultas y a estudiantes que quisieran sufragarse sus matrículas. Tras los inicios de hace dos décadas llegaron los temporeros polacos, que han dado paso a los rumanos.
Variedades
La actual campaña será especial porque han llegado nuevas variedades de fresa que permitirán conocer cuáles se adaptan mejor al terreno, a las condiciones climáticas, y cuáles arrojan mejores rendimientos.
Los viveristas segovianos han invertido en estos últimos años en investigación y han estado al tanto de las apariciones en el mercado de nuevas opciones. Además de las variedades que ofrecía la Universidad de California —a la que los viveristas segovianos deben pagar un royalty de 23 euros por cada mil plantas producidas aquí— se han desarrollado variedades en otros centros de investigación norteamericanos, como de Florida. Sin embargo, el fin del monopolio no ha conllevado la reducción del canon que pagan los productores.
Splendor, Honor, Virtue, son algunas de las variedades que se suman a las tradicionales: Camarosa, Macarena o Diamante, además de otras como Monterrey o Pórtolas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario