3 de octubre de 2008

Segovia, año 1474

Uno de los personajes históricos más intimamente ligado a la ciudad de Segovia es la Reina Isabel la Católica. Hija de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal, nace en 1451 en Madrigal de las Altas, Torres (Avila). Desde muy pequeña aprendió a vivir rodeada de las intrigas palaciegas, lo que le hizo ser muy despierta en los avatares de la política. Tras la muerte de su padre, siendo ya rey su hermano Enrique IV, tuvo que retirarse a Arévalo, donde tuvo que soportar la locura de su madre.

En su reinado ocurrieron grandes hechos como el descubrimiento de América, sufragado por ella misma, su matrimonio con Fernando de Aragón, lo que supuso la unificación de los reinos españoles, la creación de la Inquisición, el nacimiento de la Santa Hermandad (precursora de la actual Guardia Civil), la Reconquista de Granada, el último de los reinos nazaríes, la expulsión de los judíos y el Tratado de Tordesillas, por el que Portugal y España se repartían las tierras de ultramar.

Pero vamos a centrarnos en un año concreto, el 1474, año en que se proclamó reina de Castilla. Los nobles, ansiosos de poder, enfrentaron a su hermano Alfonso con su hermanastro el rey Enrique, apodado "el impotente", deponiéndole en la "farsa de Avila". Su hermano murió envenenado, pero ella consiguió en circunstancias no muy claras que su hermanastro le otorgase el título de Princesa de Asturias por encima de su sobrina y ahijada de bautismo doña Juana, apodada la Beltraneja, considerada hija natural de la esposa de Enrique IV. El título de "Beltraneja" le venía de Don Beltrán de la cueva, supuesto padre de Juana.

Isabel, ducha en los entresijos de la política, no dudó en proclamarse reina el 13 de diciembre de 1474, festividad de Santa Lucía, en el atrio de la Iglesia de San Miguel de Segovia. El hecho fue legitimado por el Tratado de Guisando, otorgado por su hermano el rey Enrique IV años antes (1468) por lo que ella era la heredera al trono. El documento no ha perdurado, por lo que no se sabe si existió o fue una artimaña de Isabel, en cualquier caso, en 1469 Isabel se casó con Fernando de Aragón , hecho que no fué aprobado por el rey que reconoció nuevamente los derechos de su hija Juana en la ceremonia de la Val de Lozoya (1470).

Esta compleja situación desencadenó la Guerra Civil desde 1475 a 1479, en la que Isabel se rodeó de apoyos castellanos y aragoneses, y Juana contó con los del Reino de Portugal y el rey Luis XI de Francia. Tras la derrota de Juana, Isabel salió fortalecida y afrontó los siguientes años de un reinado prolífico como ninguno.


En aquellos tiempos Segovia fue lugar de residencia esporádico de la reina, que lejos de instalar la Corte en un lugar fijo, deambuló por los principales castillos de España. El
Alcázar fue una de las más habituales residencias reales. Enrique IV muere en el Alcázar, y desde ahí sale Isabel hacia la Iglesia de San Miguel, donde es coronada reina. Días después, su marido Fernando es recibido con grandes honores y el 15 de enero se firma en el Palacio Real de las Casas de San Martín el llamado “Concordia de Segovia” que fijaba el reparto de las atribuciones de gobierno a Fernando e Isabel en sus respectivos territorios. Y aquí y entonces se acuñó la leyenda de “Tanto Monta”, mote heráldico usado a partir de entonces por los Monarcas.

El aspecto de Segovia en aquellos tiempos era diferente al actual. Frente al
Alcázar se erigía la catedral gótica, y el lugar ocupado por la actual catedral era ocupado por casas bajas. La reina frecuentó Segovia, aunque se alojó en diversos palacios, casas e incluso en el Monasterio del Parral, perteneciente a la orden predilecta de la monarquía de entonces: los Jerónimos.

El final de sus días le llegó a Isabel recluida en Medina del Campo, cuando enfermó de un cáncer de útero. Actualmente Isabel I está enterrada en la Capilla Real de Granada en un fastuoso sepulcro construido por su nieto, Carlos I de España (que fue profanado durante la Invasión Francesa), junto a su marido Fernando el Católico, su hija Juana I y el marido de ésta Felipe I.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que tal Magg? dando un repaso por nuestros pueblos en la red me topé con tu blog hace un tiempo que lo desestime pues me daba problemas.veo que se solucionó, solo mencionarte que uno de los sitios preferidos de la reina Isabel.I para pasar pequeñas escapadas era el Monasterio de la Hoz el cual con su aportacion se reedefico en uno de sus derrumbes un saludo Esca y gracias por el enlace

 
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